Desde hace años Francisco Ibáñez es un habitual en las firmas de Sant Jordi. No destaca en las noticias de ese día pues queda sepultado por el aluvión de escritores consagrados, noveles y mediáticos, pero ahí lo tuvimos una vez más con 78 años firmando sin parar durante toda la jornada.
Es de agradecer que este autor se preste a este baño de masas y estampe sus dedicatorias en miles de álbumes de Mortadelo y Filemón. Sí, es verdad, que sus dedicatorias de un minuto poco se parecen a sus dibujos de los tebeos pero casi todo el mundo sale contento con una y la posibilidad de hablar ese minuto con él que tanto nos distrajo de niños chicos. Además en Sant Jordi es más fácil conseguir la dedictoria que en el propio Salón del Cómic de Barcelona esto es así.
Es de agradecer que este autor se preste a este baño de masas y estampe sus dedicatorias en miles de álbumes de Mortadelo y Filemón. Sí, es verdad, que sus dedicatorias de un minuto poco se parecen a sus dibujos de los tebeos pero casi todo el mundo sale contento con una y la posibilidad de hablar ese minuto con él que tanto nos distrajo de niños chicos. Además en Sant Jordi es más fácil conseguir la dedictoria que en el propio Salón del Cómic de Barcelona esto es así.
Este año tocó un clásico:
