En 1991 en los tebeos de Ediciones B apareció una campaña para prevenir a los jóvenes de los peligros de la droga a través de algunos de sus personajes comiqueros. Era una campaña que había impulsado la FAD (Fundación de Ayuda contra la drogadicción) un año antes titulada: ¡Engánchate a la vida con el Cómic! con el cartel de Carlos Giménez. Algo muy loable. La publicidad de Superlópez, por ejemplo, apareció en diversas publicaciones como en las contraportadas de los Olés. La publicidad de Mortadelo y Filemón no se vio tanto, pero aquí recuperamos una menos conocida de la revista Mortadelo n.º 157 (1991) con el insigne Porrambo de Marco.
Y hasta aquí todo bien, pero en la revista Super Mortadelo n.º 91 de ese mismo año que se había renovado con algunos cómics de ciencia ficción de calidad como Hans de Grzegorz Rosinski y A.P. Duchâteau y otros costumbristas como Lucien de Frank Margerin . Aparecía una historieta de este último titulada: Camellos y camellos en que un colega del protagonista recibía droga pura de una amigo boliviano y se la vendía a otro colega. Este se metía la mitad y la otra la revendía añadiendo otras sustancias. Y a su vez el siguiente sujeto hacía lo mismo. Estamos hablando de un tebeo de Mortadelo, que si bien se había renovado, esta historieta no era muy para niños y más para jóvenes lectores de revistas como la desaparecida Mas Madera! o El Víbora . Nadie se la debió leer al historieta antes de publicarla… Cosas de los locos años noventa, o que antes había más libertad… A mi me ha resultado un poco chocante o curioso al encontrarla en la revista.